1. Seleccione el lugar. Antes de que su nuevo cachorro ingrese en su casa, preséntele el área específica de su jardín que ya asignó para él. Pronto asociará esta área con los descansos para hacer sus necesidades.
2. Visite este área con frecuencia. Se recomienda llevar a su nuevo cachorro afuera aproximadamente cada dos horas, así como cuando se despierta, después de jugar y alimentarlo, y antes de ir a dormir. Además, esté alerta a señales como el olfateo o los movimientos circulares que pueden indicar que desea hacer sus necesidades.
3. Utilice su jaula. Cuando no pueda estar ahí, encierre a su perro en la jaula. Su cachorro respeta su nueva «guarida» y evitará ensuciarla. Si compra una jaula que sea lo suficientemente grande como para adecuarse al tamaño adulto de su perro, puede dividir parte de la jaula a fin de que no haga sus necesidades en un rincón.
4. Corríjalo con delicadeza. Los accidentes ocurrirán. Recuerde que los gritos, reprimendas y castigos no sirven de nada y sólo confundirán a su nuevo cachorro. Incluso si lo agarra con las manos en la masa, simplemente dígale «¡no!» y llévelo de inmediato afuera.
5. Elógielo. Derroche elogios a su perro cada vez que salga afuera, a su lugar asignado. Háblele con un tono de voz alentador, sonría y recompénselo con bocadillos después de que haga sus necesidades.